Barbie es un estuche lleno de monerías (o muñequitas). Esa es la mejor manera en que puedo describir a la más reciente película de la directora y coescritora (junto con Noah Baumbach) Greta Gerwig. La mítica muñeca que todo el mundo conoce llega a la pantalla grande de mano de una mujer que con tan solo tres filmes (Frances Ha, Lady Bird y Little Women) ya es considerada una voz importante dentro de la industria.
Había más preguntas que respuestas: nadie sabía exactamente de qué se trataría, si iba a ser para adultos o niños, el tono al que se iría, y lo más importante, si viviría por encima del hype que se había creado durante los últimos meses, debido al excelente trabajo de marketing (y presupuesto) que tuvo la película. Me alegra confirmar que efectivamente Barbie es un gran acierto.
Barbie existencialista
La premisa es simple: Barbie vive en Barbie Land, una especie de muy muy lejano donde las muñecas tienen la vida perfecta. Todas las posiciones de poder están lideradas por la Barbie doctora, la maestra, la presidenta, etc., y se vive con tal armonía que pareciera que viven en una utopía color de rosa. Por supuesto que Ken también existe, pero Ken es solo Ken, tratando de impresionar a Barbie.
Descubrimos además que Barbie, o más bien la Steriotypical Barbie (Margot Robbie) de un día a otro le comienzan a suceder cosas muy raras: comienza a pensar en la muerte (impensable para una muñeca feliz y perfecta) y sus pies, siempre en punta, se vuelven planos. Hay algo que está sucediendo en el mundo real que está afectando a esta Barbie, y necesita ir allá para resolverlo.
¿Cuál es su sorpresa? Pronto Barbie y Ken (Ryan Golsling) descubren que el mundo real es totalmente opuesto a Barbie Land. Aquí, pareciera que los hombres son los que dominan el mundo. Barbie se siente confundida, y Ken se da cuenta que el patriarcado es genial (claro, para él). Ella tiene que encontrar la manera de resolverlo todo.
Feminismo y muñecas
A partir de la muñeca más famosa de todos los tiempos, Greta Gerwig (y Barbie) se cuestionan dilemas de profunda relevancia: ¿Será que Barbie es feminista u opresora? ¿Inspira a las niñas o crea estándares de belleza inalcanzables? Es un acierto que la directora aborde esa disyuntiva, y francamente me sorprende como Mattel estuvo de acuerdo en mostrarlo en pantalla. De hecho, sorprende mucho la autocritica que tiene la empresa misma de como se ha comportado en los últimos años.
Hay muchas mas cosas que son interesantes, en especial un monólogo sobre lo difícil que es ser mujer (no daré detalles para que se disfrute al máximo, pero que describe perfectamente el sentir de muchas mujeres). Si hasta las muñecas tienen que lidiar con ser perfectas, ¿qué nos espera a las humanas?
Estandarte feminista
La producción es espectacular, digna de revisarse más de una vez para no perderse de ningún detalle, y la música es un sonudtrack perfecto para el verano. Los vestuarios, las caracterizaciones, las actuaciones y obviamente el guión están supervisados hasta el más mínimo detalle por lo que la vuelve una película completa y redonda.
Referencias a Kubrick (¡igual que en Oppenheimer!), chistes al por mayor, un Ryan Gosling estupendo, reflexión y mucho color rosa, hacen de Barbie sin duda alguna la película del verano y un estandarte feminista que estoy segura conmoverá a muchos.