Entiendo perfecto la comicidad que puede haber al hablar de un regio, y más si es millonario. Hasta yo, siendo regia, a veces me burlo del estereotipo. Se cree que los de Monterrey son apáticos, ingenuos, que no saben lo que es batallar. Que jamás han salido de su burbuja y que se casan con sus primos. Y quien mas regio que, pues, Cindy la Regia, para protagonizar la nueva comedia romántica que justo se mofa de las aventuras de un regiomontano en chilangolandia.
La película, dirigida por Catalina Aguilar Mastretta y Santiago Limón (no entiendo por que se necesitan dos directores), cuenta como nuestra amiga Cindy (Cassandra Sánchez Navarro), al darse cuenta que no se quiere casar a los 24 años con su novio rico y de buena familia, decide escapar a la Ciudad de México para “encontrarse”. Sus padres desaprueban su decisión, por lo que le cancelan sus tarjetas y la dejan a su suerte. De esta manera, Cindy debe aprender a valerse por sí sola y madurar de una vez por todas.
Material desaprovechado
Dejando a un lado la clara “inspiración” con la historia de Rachel en Friends, Cindy la Regia se aleja completamente de la tira cómica en la que está inspirada. Ricardo Cucamonga, por alla del 2004 crea este personaje basado en el 1% de la población mexicana más privilegiada. A través del cómic, el autor va más allá de la burla y el cliché y muestra una crítica un tanto más profunda en cuanto a temas de clasismo, racismo y desigualdad.
Lo que hace la película es quedarse solo en el cliché. El cliché no es malo: al contrario, entretiene y deja muchos pesos. La película sabe moverse muy bien en el género y usar el estereotipo regio para sacar una que otra carcajada a cualquier individuo que no sea de Monterrey, ya que nadie, nadie, es como Cindy. Es una versión alterada de una chava fresa de San Pedro.
En el cómic funciona ya que ayuda al contrapeso y la resonancia del mensaje que quiere dar a entender, pero en la película solo se lanzan acentos chistosos y frases como “tipo bien” que francamente nadie utiliza. El problema radica en que el filme solo se queda ahí, en la broma, en el chiste, y no trasciende.
Ligeros aires de feminismo
Y no es que venga a defender a los regios ni a ofenderme por una simple burla, pero si vengo a defender a Cindy, la Cindy del cómic en donde la poca corrección política del personaje es la clave de su éxito, aunque es digno de reconocer el tema de feminismo que se maneja en la película. El personaje de Cindy al final de cuentas si logra empoderarse y encontrar el valor en sí misma, pero no entiendo por que tuvo que irse a CDMX para encontrarlo.
Si bien Cindy la Regia es una comedia disfrutable, no logra despegarse de sus predecesoras. No innova en el género ni aporta nuevas miradas, salvo un ligero acercamiento al feminismo que no se siente forzado. Fuera de eso, nos topamos con una película que desaprovechó su material de origen. A Cindy le faltó coraje.
P.D.: Quisiera terminar por aclarar una cosa: nadie, nadie, a excepción de los chilangos, usa la palabra provincia.