El Camino: ¿epílogo, fan fiction o cine?

Lulú Petite, fan declarada de Breaking Bad, nos cuenta qué tal está 'El Camino', la película basada en la serie, disponible en exclusiva en Netflix

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Breaking Bad es, sin ninguna duda una de las mejores y más influyentes series de la historia. Cada capítulo tiene, no sólo una suficiente dosis de adrenalina, sino una composición poética y cinematográfica que le ganaron un espacio en el corazón de su público y el merecido respeto de la crítica. Breaking Bad se esforzaba en presentar arcos gigantescos, que podían comenzar con la aparición de un oso de peluche tuerto en una alberca y terminar con la caída de un avión juntando todas las piezas y transformando a los personajes de víctimas a victimarios (breaking them bad).

Capítulos controvertidos, como el de la mosca, donde aparentemente no pasa nada, pero en un espacio cerrado con tomas de lo más cinematográficas, vemos a Walter White transformarse en definitiva en Heisenberg. Una serie con grandes persecuciones, planos secuencia, esfuerzos actorales y el más amoroso y dedicado esfuerzo argumental y despliegue técnico.

Cuando parecía que no podía llegar algo que lo igualara, conocimos Better Call Saul. Un spin off que nos cuenta la vida de Saul Goodman antes de conocer a Walter, usando en cada capítulo el recurso del flashback para presentarnos parte de la historia del abogado previa al periodo que nos está contando. Diría que es una precuela, pero tiene escenas que se desarrollan en la hamburguesería de un centro comercial que hacen suponer que -como con el oso tuerto- llegaremos a un punto en que nos encontraremos con Saul, después de ser desaparecido por el servicio de aspiradoras.

Un fan fiction de Breaking Bad

Better Call Saul ha resultado una serie deliciosa, con un humor negro equilibrado con la narrativa estilo Breaking Bad, que la convierten en un producto redondo. Un spin off que sin metanfetamina azul, alcanza niveles dramáticos que en no pocos momentos supera a su serie de origen.

Con esos antecedentes ¿Cómo no sucumbir ante el anuncio de una película de Breaking Bad?

El Camino, estrenada el 11 de octubre por Netflix, cumple. Generalmente un fan fiction es una obra, basada en alguna historia relevante, que los fans de ésta escriben para dar continuación a las aventuras de sus personajes favoritos. Generalmente son textos en internet para lectores muy clavados, pero ¿Qué pasa si quien escribe el fan fiction es Vince Gilligan, el dueño de los derechos de los personajes? ¿Qué pasa si, además, tiene el apoyo de Netflix para llevarlo a la pantalla? ¿Qué pasa si el elenco está de acuerdo en participar? Lo que pasa es “El Camino”.

La oportunidad de hacer algo espectacular estaba puesta, sin embargo, El Camino está hecha con menos imaginación que la serie y llega a rayar en el fan service. Te presenta a quienes quieres ver y lleva a tu personaje de un punto “A”, a un punto “B”. Con toques de western, Jesse Pinkman recién escapado del cautiverio, busca huir lo más lejos posible, para lograrlo, recurrirá a varios viejos personajes y se reencontrará con otros a través de flashbacks que nos mostrarán cabos sueltos que no vimos durante la serie.

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¿Epílogo o película?

¿Necesitaba Breaking Bad un epílogo? ¿Era útil saber cómo huye Pinkman? No. A menos que trajera alguna revelación sorprendente, el rostro de Jesse en el capítulo final, barbado y en medio de una carcajada desquiciada conduciendo un Chevrolet El Camino hacía la libertad le daba a su destino un toque poético, que no hacía necesario decirnos nada más.

Tampoco era necesario conocer la historia de Saul, pero lo han hecho tan bien, que se agradece. Eso no sucede del todo con El Camino. Parece que hubo pereza para construir un guión más sólido y no se esforzaron en regresar a esa magia técnica y de fotografía que llevó a Breaking Bad al Olimpo.

El camino cumple, es un western con buena carga de adrenalina y muchas escenas que serán emocionantes para quienes vimos la serie. Sería un pecado no verla. Es como ese último pedazo de pizza, cuando ya estás satisfecho, pero te lo tienes que comer y sabes que, aunque esté mal, igual lo vas a disfrutar.

Una buena película debe sostenerse por sí misma. Esa es quizá una de las más fuertes pruebas que esta película no pasa. Si no has visto Breaking Bad, no tiene caso que veas El Camino. Si no te gustó la serie, tampoco. La película está hecha para los fans, para ver a sus personajes, para desearles suerte y decirles adiós. Es un capítulo más, de dos horas, menos intenso que los que en verdad fueron sus últimos capítulos. Aún así, si viste Breaking Bad, si la amaste, no puedes dejar de hacer este viaje, vas a disfrutar El Camino.