El premio Oscar tiene un serio problema de diversidad. Y no, no me refiero a la constante ausencia entre los nominados, de actrices y actores de una raza diferente a la blanca. Tampoco al continuo desdén hacia las mujeres en la categoría a Mejor Director.
En realidad, la diversidad a la que me refiero es a la de los géneros cinematográficos que suelen quedarse con la estatuilla a Mejor Película.
De las 91 ganadoras del Oscar a Mejor Película, 52 son dramas. De ellas, únicamente tres son historias relacionadas a los deportes: Rocky (1977), Chariots of Fire (1982) y Million Dollar Baby (2005).
El segundo género más premiado es el musical con apenas nueve películas. Mientras que el tercer puesto es para la comedia con ocho títulos. Aunque aquí cabe resaltar algo particular; cuatro de éstas son clasificadas como comedias románticas y dos como comedias dramáticas.
El cuarto sitio lo comparten el cine bélico y el biográfico con seis películas cada uno. Al final de la lista quedan las historias de suspenso, aventuras, crimen, western y fantasía, con apenas dos ganadoras cada una.
Oscars so dramatic
Fundada en 1927, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMPAS, por sus siglas en inglés) creo el premio Oscar como un vehículo para dignificar una industria que hasta ese momento era vista como un mero divertimento.
Hasta 2019, esta Academia estaba conformada por más de 6 mil integrantes (entre directores, actores, guionistas, y un largo etcétera), originarios de distintos lugares (ese mismo año fueron invitadas a integrarse personas de más de 59 países). Pese a venir de diferentes partes del mundo y de culturas tan diversas, el drama es el género rey de esta entrega.
Aquí una prueba.
De 1942 a 1951, todas las ganadoras a Mejor Película fueron dramas. Esta racha se interrumpió en 1952 con el musical An American in Paris. Sin embargo, los siguientes cuatro años las historias dramáticas volvieron a ser las que se quedaron con la estatuilla.
¿Está mal que la mayoría de las ganadoras a Mejor Película sean dramas? No exactamente. Pero, diera la impresión de que el resto de géneros no está a la altura de resultar vencedor.
Enemigos de la comedia
En alguna ocasión, Woody Allen criticó el prejuicio de la Academia contra la comedia y aseguró que no era justo que Groucho Marx compitiera contra Un tranvía llamado Deseo (Kazan, 1951). Considerando los resultados de los últimos 91 años de los premios Oscar, bien podríamos darle la razón.
Para la entrega número 92 de los Premios de la Academia, tenemos cuatro dramas (Little Women, Marriage Story, Joker, The Irishman), dos comedias dramáticas (Once Upon A Time in…Hollywood, Jojo Rabbit), una bélica (1917), una biográfica (Ford vs Ferrari) y una que es difícil de catalogar (Parasite). ¿Cuál de ellas ganará? Bueno, pueden ir haciéndose una idea.
