Un nuevo festival de cine ha llegado. El Festival Internacional de Cine de Tulum, FICTU, celebró su primera edición donde se tuvieron películas cargadas de conciencia social además de mesas redondas y hasta conciertos.
El festival arrancó con el drama histórico Mr. Jones (2019) dirigido por Agnieszka Holland y protagonizada por James Norton, Vanessa Kirby, Peter Sarsgaard. La película en tono de thriller e impecable en su factura presenta la vida del periodista británico Gareth Jones y su viaje a Rusia buscando entrevistar a Stalin, sin embargo en su lugar se encontrará con la terrible realidad de lo que conoceríamos como Holomodor.
La forma de contar la historia no es para nada novedosa y tampoco los personajes tienen la profundidad que merecerían (los malos son muy malos y los buenos son más bien ineptos) además que la forma de intentar incluir a George Orwell es bastante torpe. La directora toca un tema actual y de mucha importancia, que son los hechos (las verdades) contra la propagación de las noticias falsas y el daño que éstas terminan haciendo.
Las mejores películas del festival
Entre las películas que destacaron en esta edición se encuentra Lingua Franca (2019) de la directora filipina Isabel Sandoval. Con un guion casi autobiográfico se presenta la historia de Olivia (la misma Sandoval) una mujer trans que vive en Nueva York como inmigrante ilegal. Para ganar dinero trabaja cuidando a Olga (una mujer muy mayor) mismo que utiliza para pagarle a un novio ficticio para casarse y así poder obtener la residencia. Sin embargo todo cambiará con la llegada del nieto de Olga, con quien establecerá una relación.
Isabel Sandoval demuestra su talento como directora y como actriz colocando personajes que parecieran atrapados (en más de un sentido) casi dando vueltas en círculos. La película también logra (que no es poco) introducirnos a una atmósfera enrarecida y llena de ansiedad en un Nueva York en tiempos de Trump.
Por su parte Bait (2019) dirigida por Mark Jenkins resultó una verdadera joya dentro de la programación del FICTU. Bait es una experiencia de forma y fondo, ya que el director utiliza un lenguaje cinematográfico que recuerda a los inicios del cine, además de estar filmada con una cámara bolex en 16mm, en blanco y negro y utilizar únicamente sonido directo.
La historia contada casi como una fábula presenta a un pescador en un pequeño pueblo en Inglaterra, donde su principal actividad, la pesca está en declive.
Ahora el pueblo dependerá de los turistas que arriban y se hospedan al modo de Airbnb y de los londinenses que llegan a pasar el verano. Por supuesto esto creará tensiones entre los residentes y los nuevos visitantes. De esta manera tan específica y aparentemente sencilla Jenkins vuelve este relato universal y plasma la crisis actual no solo de Inglaterra, sino la que ocurre en cualquier país, cuyas raíces son profundas y complejas. Imperdible.
Seberg: Kirsten Stewart como un ícono del cine
La clausura llego con su respectivo acto protocolario, el anuncio de una segunda edición, los acostumbrados discursos de políticos y la proyección de la película Seberg (2019) dirigida por Benedict Andrews.
El director presenta el momento en que la actriz Jean Seberg regresa a Estados Unidos y comienza a involucrarse con las Panteras Negras, motivo que la hará blanco de investigación y espionaje por parte del FBI.
La película -con todo y Kristen Stewart cuya actuación es de lo más rescatable- falla en su guion, tornando la historia de Seberg en una película de canal Hallmark. Las respuestas que ofrece para los conflictos raciales, políticos y morales que aparecen son por decir lo menos, simplistas.
Otra de las grandes películas dentro del festival fue la argentina Breve historia del planeta verde (2019) dirigida por Santiago Loza. La belleza, el amor y el humor son los motores de la película que habla sobre la amistad en todas sus formas y especies (tenemos que incluir al alienígena). Además el filme es presentado como una película de aventura de los años 80 -a la Spielberg- pero con toques de serie b.
El reggae también tuvo su lugar en el FICTU con la presentación del documental Inna de Yard (2019) donde se muestra la reunión de estos músicos, 30 años después, para grabar un disco. También cuentan sus experiencias personales y por su puesto se habla de la importancia del reggae como herramienta política y social. Posteriormente los propios protagonistas, tocaron y armaron el “bailongo” con los ahí presentes.
Mesas redondas y el futuro del cine
Las mesas redondas fueron también parte importante del FICTU, especialmente «El arte de la política». Los directores de cine Amat Escalante, Marcela Arteaga y Carlos Lenin hablaron sobre la violencia dentro de sus propias obras. Así cómo manejan estos temas en lo estético y en las narrativas, así como sus objetivos al poner este elemento a cuadro.
En la mesa Activismo, comunidad y cine, estuvieron presentes Luna Marán, Jade Baxter, Adriana Otero directora del documental ¿Qué les pasó a las abejas? (2019) y el activista y protagonista del filme Gustavo Huchín. Una interesante charla donde Huchín habló sobre su activismo en Campeche y la pelea contra Monsanto.
También destacó la mesa redonda sobre mujeres en el cine, con la presencia de Teresa Ikoko, Jenna Bass, Lucía Carreras y Natalia Beristain. En la conversación se hablo sobre las historias contadas por mujeres y la importancia de contratar mujeres. Tristemente las fallas técnicas no ayudaron a darle el lugar que merece este tema, además de sentirse ambiguo por momentos.
Así el FICTU inundó Tulum de cine convirtiéndose en un nuevo espacio del cual será interesante ver su desarrollo. Esperamos que sea un festival donde la calidad y las películas estén por encima de lo demás.