Flee: una mirada a la crisis de refugiados

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Luego de una larga espera, por fin se encuentra en las pantallas de los cines de México Flee: Huyendo de casa. Este documental animado que se hizo de tres nominaciones en los Premios Oscar presenta la historia de Amin, un hombre afgano refugiado en Dinamarca quien relata los horrores que padeció durante su adolescencia a causa de la guerra. Con gran maestría su director, Jonas Poher Rasmussen, nos regala una dolorosa y entrañable historia que conecta lo personal con lo social.

La guerra y sus consecuencias personales

Para Occidente, Afganistán ha sido sinónimo de guerra desde hace más de cuatro décadas. Sus conflictos con la Unión Soviética hacia finales de la década de 1970 y con Estados Unidos al inicio de la década de 2000, así como el tratamiento mediático que se les dio a estos, configuraron una imagen que  a la fecha nos dificulta distinguir matices en la historia reciente de este país. 

Es así que Flee: Huyendo de casa resulta, más allá de un gran pieza cinematográfica, un ejercicio de extendimiento de nuestra mirada a los conflictos bélicos a través de la historia personal de quienes los padecen. En este caso se trata de la vida de Amin, un adulto afgano que en su adolescencia encontró refugio en Dinamarca para dejar atrás el terror de la guerra civil en su país. Aunque para ello padeció otros horrores y se vio obligado a dejar a su familia atrás.

Jonas Poher Rasmussen utiliza la animación en este documental como un recurso tanto estético como práctico. Por un lado, enriquece visual y narrativamente un trabajo en el que pudieron predominar las cabezas parlantes. Por otro, funciona para proteger la identidad de su protagonista. Sus nominaciones a los Premios Oscar en las categorías de Mejor Documental Largo, Mejor Película de Animación y Mejor Película Extranjera levantaron expectativas que se han ido cumpliendo con creces en los países donde se estrena.

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El retrato de lo inhumano

Amin se encuentra en un momento significativo de su vida. Está a punto de casarse con un hombre a quien ama y quien lo ama y además acaba de ser aceptado en Princeton para cursar una estancia postdoctoral. Sin embargo, con todo lo brillante que es su presente y lo prometedor que parece el futuro, él se encuentra atrapado por el pasado. Su vida actual se sostiene en una mentira y esa mentira es producto de ser una víctima de uno de los conflictos armados de su país: Afganistán.

En 1989 Amin y su familia se ven obligados a huir de Afganistán luego de que su padre es atrapado por los muyahidines, uno de los dos grupos en conflicto de una guerra civil detonada por la intervención de la Unión Soviética en 1979. La transición de Amid de la niñez a la adolescencia sucede en un contexto bélico y político que le obliga a pasar sus días con miedo de regresar al infierno del cual intenta escapar, a permanecer en las sombras y con una sensación de poder perder la vida en cualquier momento.

A pesar de que desde el inicio del documental el espectador sabe que Amin vive como un adulto en Dinamarca bajo el estatus de refugiado, el viaje al pasado por el que nos lleva el trabajo de Rasmussen no pierde intensidad alguna. Así vemos la travesía por la que Amin y su familia pasaron y en la que se encontraron cara a cara con la guerra, la corrupción, la indiferencia y el tráfico de personas, todo ello como un retrato de la inhumanidad.

Flee (2021)

Una cinta que atrapa

Cuando hablamos del encanto del cine generalmente hablamos de su capacidad para trasladarnos, desde la oscuridad de la sala, a otras realidades. Esto sucede con Flee: Huyendo de casa, pues es capaz de ponernos al lado de nuestro protagonista y padecer con él. Rasmussen atrapa al espectador en más de un sentido: lo cautiva con la historia de Amin y lo hace sentirse oprimido, bien sea entre fronteras, en un pequeño departamento, en un contenedor marítimo o en el closet (en su acepción relacionada con la diversidad sexual).

Con todo lo dicho, este documental equilibra el dolor y el horror de las personas que buscan refugio en otros países con pinceladas entrañables y esperanzadoras de la vida de Amin. En ningún momento estas imágenes se sienten forzadas para dar un respiro al espectador, sino que son un reflejo de las luces y sombras de un personaje como Amid y de la habilidad narrativa de Rasmussen.

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Amid no es un caso aislado

Si bien Flee: Huyendo de casa toma una historia que tiene origen en el Afganistán de finales de 1980, a la fecha este país sigue siendo uno de los que más personas huyen en busca de refugio. Actualmente más de 6.5 millones de ucranianos han dejado su país a causa del conflicto armado con Rusia y países como Yemen, Siria, Venezuela, Somalia y  El Salvador siguen expulsando a sus habitantes a causa de la violencia.

Para infortunio de todos y vergüenza de la humanidad, no se trata de un caso en el que la realidad alcanzó al cine. El desplazamiento de personas a causa de la guerra que recupera Flee: Huyendo de casa está más presente de lo que imaginamos, solamente que pocas veces volteamos la vista hacia los lugares en los que sucede. Además de sus méritos artísticos, esa es una de las virtudes de este documental: nos hace prestar atención a un problema social complejo a partir de una historia personal.

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Acerca de Raúl Orozco 90 Articles
Politólogo y maestro en políticas públicas, entusiasta de los deportes y el cine. Gozo ser testigo de la capacidad creativa de quienes se dedican a contarnos historias, así como conversar y escribir sobre ello.