Furiosa: George Miller y el arte de hacer precuelas

Furiosa-Mad-Max

Con su más reciente viaje al mundo post apocalíptico de Mad Max, George Miller se consolida como uno de los maestros del cine de acción. «Furiosa» no solo es una precuela de «Mad Max: Fury Road», si no que también se erige como una conexión armoniosa y engranada de su secuela y obra maestra de 2015.

El director George Miller establece una narrativa de cinco episodios, explorando el viaje de Furiosa desde su infancia hasta convertirse en la icónica guerrera pero al mismo tiempo altruista que todos conocemos. En un inicio que aunque lleno de acción se siente un poco lento y contrastante con la fenética velocidad de su predecesora «Fury Road», pero permitiendo sumergirse más en el mundo y personaje de la protagonista.

Si bien el ritmo inicial puede parecer pausado, una vez llegada la segunda mitad, la intensidad aumenta en un cumuló de emociones desenfrenadas. Durante poco más de una hora, la acción se convierte en el foco principal, los visuales son atrapantes y logran quedar grabados en la memoria del espectador.

La simpleza en Furiosa

La historia es simple pero bien lograda. El secuestro de Furiosa de la tierra verde por gente de Dementus (villano principal), la muerte de su madre, el ascenso y madurez de la protagonista en un mundo gobernado principalmente por la fuerza masculina, un interés amoroso y la presentación de viejos conocidos en «Fury Road». Todo esto acompañado de venganza y actuaciones impecables.

El elenco es de primera: Anya Taylor-Joy brillando en el papel de Furiosa, Chris Hemsworth ofreciendo una interpretación memorable como el antagonista Dementus, en una combinación de locura, humor, violencia y un desarrollo de personaje gradual que lo posiciona cómo uno de los mejores villanos en el universo de Mad Max.

Por su parte, el papel de Pretorian Jack interpretado por Tom Burke me pareció un personaje que creo dividirá al público. Para algunos, él será un héroe muy querido (como fue mi caso), mientras que para otros, será un personaje secundario que no dejará gran impresión.

Aquí, quiero destacar la participación de Alya Browne, la responsable de encarnar a Furiosa en su niñez, quien otorgo un papel icónico e igual de trascendente que Anya Taylor-Joy y la mismísima Charlize Theron.

Ampliación del universo

Los nuevos personajes y la expansión del mundo apocalíptico de Mad Max se siente muy natural, las ubicaciones enriquecen a la esencia que «Fury Road» estableció como impresionante.

Para esta nueva cinta, el uso de CGI es mayor y la fotografía es evidentemente menos espectacular que su secuela, pero esto no interfiere en la grandilocuencia del filme. El tono y las coreografías de acción, te transportan a esas tardes de westerns con velocidad acelerada, solo que aquí, la alta definición es la regla.

Mayormente, la película carece de fallos, pero, si hay algo considerable en los efectos prácticos, es el prostético en la nariz del personaje de Dementus. En partes toda la atención se la lleva la «nariz» y se pierde enfoque de que esta pasando alrededor.

La trama no cierra del todo bien para el personaje de Pretorian Jack, y no queda claro cuándo fue aceptada Furiosa en el grupo de Immortan Joe (Lachy Hulme); las escenas simplemente brincan y de repente todo se olvida. Sin embargo, todo esto deja un deseo de más.

No todos están hechos para hacer precuelas, como ha demostrado la historia del cine. A pesar de esto, George Miller logra una gran precuela de su obra maestra y mantiene su lugar en la lista de los mejores directores de películas de acción.

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