Aprovechando que hoy es 2 de octubre, va una bonita anécdota sobre Rojo Amanecer.
La historia empieza al inicio de la década de los ochenta; Xavier Robles –guionista de cine en ciernes- estaba tras el proyecto de realizar una película que hablara sobre los hechos del 2 de octubre de 1968. Varios guiones circulaban, pero todos topaban con la misma pared: la inviabilidad económica y la censura gubernamental.
Filmar secuencias con el ejército, con tanques, con multitudes de estudiantes dentro de la Plaza de las Tres Culturas representaba no solo un presupuesto elevado, sino a demás, el problema de conseguir los permisos de la Delegación y el Ejército para que prestaran las locaciones (y algunos tanques) para la filmación. Evidentemente el gobierno no permitiría eso.
Una tarde viendo Alien
Con estos problemas en mente, Xavier Robles va al cine. Todo mundo habla de aquella película de terror llamada Alien, dirigida por ese desconocido llamado Ridley Scott. Xavier decide darle una oportunidad y ver la cinta.
Después de 117 minutos, Xavier sale de la sala fascinado y con una idea en mente. Scott nunca muestra completo al monstruo: solo deja ver unas pequeñas partes, algunas sombras, y los gritos de la gente cuando es devorada. Ello crea la tensión necesaria para que al final, cuando es totalmente revelada la bestia, ésta sea convincentemente espantosa para el público.
No mostrar a la bestia
Años después, con esa idea inspiradora, Xavier resuelve el dilema inherente de filmar una película sobre el 68: no había que mostrar al monstruo, no era necesario tener un ejército de extras vestidos como soldados ni los tanques entrando a la plaza. Es más, ni siquiera era necesario filmar la plaza, todo se podría obviar, dejar fuera de cuadro, sugerir, así como Scott lo había hecho con Alien.
Es así como el primer draft de Rojo Amanecer (llamada originalmente Bengalas en el Cielo) es terminado. La historia ya no contaría lo que sucede en la plaza, sino el punto de vista de una familia que vive en el edificio Chihuahua de la unidad Tlaltelolco.
Siempre dentro del departamento, Rojo Amanecer muestra a la arquetípica familia (el padre es funcionario público, el abuelo es veterano de la Revolución, los hijos adolescentes, estudiantes y soñadores) que es destrozada por las bayonetas y la brutalidad policiaca del Estado.
Este golpe de genialidad, sumado a la eficiente dirección de Jorge Fons, fueron los factores que hicieron posible que la cinta se filmara.
Aunque, el proyecto se realizó casi en la clandestinidad, dado que ninguno de los involucrados quería morir en algún “accidente” misterioso por andar haciendo una película sobre el 2 de octubre de 1968.
Rojo Amanecer fue un éxito en taquilla. Todo gracias, en cierta forma, a Ridley Scott y su Alien.