En la segunda temporada de «Loki» en Disney+, nos encontramos de nuevo con el siempre carismático y travieso dios nórdico interpretado por Tom Hiddleston. Esta entrega nos ofrece un viaje a través del multiverso, combinando elementos de intriga, humor y una exploración más profunda del personaje principal, pero sin olvidar que su primera temporada dejó un listón muy alto.
De regreso a la TVA
La serie arranca desde donde nos dejó la primera temporada, con Loki atrapado en una realidad desconocida y enfrentándose a las consecuencias de sus acciones. Lo que sigue es una trama llena de giros inesperados y revelaciones que mantienen al espectador en vilo. La serie continúa jugando con el concepto del multiverso, un tema que ya había sido explorado en otras producciones de Marvel, pero «Loki 2» lo hace con su propio estilo único, ata (literal y metafóricamente) todos los hilos que dan sentido al multiverso en Marvel y da pie a que todo pueda suceder.
Una de las mayores fortalezas de esta temporada es, sin duda, el desarrollo del personaje de Loki. Vemos cómo evoluciona de ser un villano encantador y egoísta a alguien que busca redimirse y encontrar su lugar en el universo. Esta transformación es emocionante de ver, especialmente considerando el rico trasfondo del personaje en el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU). La serie hace un excelente trabajo al mostrar las diversas facetas de Loki, desde su astucia y humor hasta su vulnerabilidad y deseo de pertenecer.
Ciencia/Ficción
La inclusión de Ke Huy Quan como un mago tecnológico del tiempo es otro acierto de la serie. Su personaje no sólo añade una capa adicional de misterio y fascinación, sino que también conecta con su aclamada actuación en «Everything Everywhere All At Once». Esta intertextualidad enriquece la experiencia del espectador y demuestra la habilidad de Marvel para entrelazar diferentes historias y personajes de manera coherente y entretenida. En el capítulo “Ciencia/Ficción”, cuando Loki le pide a Ouroboros (Ke Huy Quan) explicar la ciencia de los viajes en el tiempo-espacio que debe hacer, Ouroboros responde que eso no lo explica la ciencia, sino la ficción, como una invitación a no preocuparnos como espectadores de teorías cuánticas, de cuerdas ni de paradojas temporales. Es ficción.
Sin embargo, «Loki 2» no está exenta de desafíos. Aunque la temporada tiene momentos brillantes, hay veces que parece luchar por mantener la cohesión y profundidad narrativa que caracterizó a la primera temporada y, en el marco del desastre taquillero de las últimas películas del MCU y de la baja audiencia de sus nuevas series, Loki tampoco logró recuperar al público más allá del fanático mavelita. Por su calidad, puede ser una tabla de salvación, por su argumento, puede explicar hasta la recontratación de actores cuyos personajes ya murieron, pero aún con todo, hace evidente la necesidad de replantear el MCU, en su fórmula actual no da para más.
A pesar de esto, la serie logra un cierre redondo, con un final que es tanto impactante como emocionalmente satisfactorio. El cierre muestra a un Loki apacible y omnipotente, un final verde que contrasta con la naturaleza caótica del personaje y subraya su evolución.
Un glorioso propósito
En general, «Loki 2» es una serie bien lograda que, aunque no supera en todos los aspectos a su predecesora, ofrece suficiente acción, humor e intrigas para mantener a los espectadores comprometidos. Su mayor logro es el desarrollo del personaje de Loki, que sin duda es uno de los más complejos y fascinantes del MCU. La serie es un testimonio de la habilidad de Marvel para crear historias que son tanto entretenidas como reflexivas, y seguramente dejará a los fans esperando ansiosamente lo que sigue para el dios del engaño, que hoy ya es “el dios de las historias”.
