Loki (Tom Hiddleston) está de vuelta y esta nueva temporada de una de las más exitosas series de televisión de Marvel arranca donde terminó la anterior: con nuestro héroe (?) regresando a la TVA, aunque en esta ocasión todo está dedicado a He Who Remains (Jonathan Majors) y/o alguna de sus múltiples variantes.
Afortunadamente, el Dios del engaño logra resolver este problema antes de la mitad del episodio, gracias a Mobius (Owen Wilson) y al nuevo personaje Ouroboros (Ke Huy Quan), también conocido como «OB”, quien se roba todas la escenas en la que aparece. Es probablemente la primera vez que Hiddleston tiene competencia por ser el más carismático de su serie.
Doctor who?
Desde el comienzo, se nota que tanto jefe de escritores como directores han cambiado, si bien la dinámica de los personajes es la misma, todo se siente menos solemne y tiene un estilo más cercano a las series de aventura.
De hecho, recuerda bastante al Doctor Who de Matt Smith, incluidas las explicaciones de las paradojas temporales, las cuales gracias a la actuación de Quan, resultan divertidas y dejan claro el nivel de amenaza al que se enfrentan por tanta nueva línea temporal.
Nuestra Loki favorita
El cambio en el tono de la serie se siente natural, no es como si viéramos otro programa, simplemente es una progresión luego del viaje que tuvieron tanto Loki como Sylvie (Sophia Di Martino) en la primera temporada.
Y hablando de la versión femenina de Loki, Di Martino se nota más dueña del personaje, si bien es poco lo que tiene para mostrar de momento.
Otro personaje que tiene un cambio importante es B-15 (Wunmi Mosaku) quien tras descubrir que los Time Keepers son falsos y que todos los miembros del TVA son variantes, se convierte en la conciencia de la agencia y lucha por evitar que la facción más dogmática, siga borrando líneas temporales, pues significa matar millones de personas.
El segundo episodio es menos frenético, y profundiza en las motivaciones de los personajes, el miedo de Loki por la inminente llegada de las variantes de Kang, el rechazo que siente Sylve por su variante masculina por haber intentado detenerla para matar a He Who Remains, y que siente Mobius al saberse una variante.
Al desarrollarse en dos décadas diferentes, sesenta y ochenta, la trama avanza, cambiando de locaciones, lo cual ayuda a mantener la atención del espectador, después de las partes filosóficas y de la discusión sobre si Loki es ahora un héroe, o sigue siendo un villano.
Otro éxito en el horizonte
Tras una exitosa primera temporada, la producción de Loki se encontraba con la difícil tarea de entregar una segunda parte que mantuviera el buen nivel, resolviera los cabos sueltos, expandiera el mundo que nos presentaron, y lo más injusto y complicado, darle un segundo aire al universo Marvel, el cual ha estado de capa caída desde la última vez que vimos al hermano de Thor, con las honrosas excepciones de Spider-man y los Guardianes de la Galaxia.
Estos dos primeros episodios demuestran que lo han logrado, se ve un éxito en el horizonte y nos generan el interés suficiente como para ver los siguientes episodios, mismos que se estrenarán semana a semana -los jueves- en Disney plus.