Después de una veintena de películas uno habría imaginado que para Marvel sería cada vez más difícil abandonar la fórmula que durante mucho tiempo le ha traído tan buenos resultados. Incluso, todo apuntaba a que sus series para Disney Plus no serían más que una extensión de lo hecho para cine. Por lo anterior es que sorprende lo que han logrado con los títulos estrenados hasta el momento.
A diferencia de lo hecho previamente con Netflix (y canales de televisión de paga), el formato de las series han representado una gran oportunidad para explorar con mayor profundidad personajes que hasta ahora sólo habían tenido un papel secundario dentro del universo Marvel, entre ellos Loki.
Preguntas existencialistas
Si bien el villano interpretado por el británico Tom Hiddleston ya era uno de los favoritos de los fans, la realidad es que lo que conocíamos de él era muy poco y es justo a partir de esto que la serie construye su trama.
De manera sorpresiva Marvel se aleja por un momento de las batallas épicas para centrar su atención en una de las dudas filosóficas que han acompañado al ser humano durante miles de años, ¿es real el libre albedrio?
Para ello, la serie dirigida por Kate Herron nos sitúa en ese momento en el que Loki roba el Tesseracto y escapa (visto en Avenger: Endgame). Para su mala suerte este acto lo convierte en prisionero de la Time Variance Authority, una extraña organización que se encarga de cuidar que los eventos en la línea temporal ocurran como estaban establecidos.
Sin entender muy bien lo que sucede, Loki es convencido por uno de los analistas de la TVA para ayudarles a capturar al responsable de la muerte de varios de sus operativos, que no es otro que una variante de sí mismo.
Menos acción, más plática
A diferencia de otros títulos del Universo Marvel, en Loki abundan las escenas en las que los personajes simplemente conversan. Es así que tenemos a Mobius (Owen Wilson) cuestionando a Loki sobre las motivaciones detrás de lo que llama su glorioso propósito o al propio Loki y su variante Sylvie (Sophia Di Martino) divagando sobre el significado del amor, incluso al titiritero detrás de la TVA (Jonathan Majors) explicando el multiverso, concepto que Marvel busca desarrollar en sus próximas producciones.
Estas pláticas son tan casuales que no es complicado para el público compartir la incógnita que sostiene a la serie: ¿somos dueños de nuestro destino o este ha sido decidido una fuerza mayor?
Esto es algo que le debemos al equipo de guionistas encabezados por Michael Waldron, productor de la retorcida Rick and Morty (serie de la que toma gran influencia) y responsable del guion de otra de las grandes apuestas de Marvel próximas a estrenarse en cines, Doctor Strange in the Multiverse of Madness.
De lo mejor de Marvel
Cada una de las series estrenadas en Disney Plus ha ofrecido una experiencia distinta, en buena medida gracias a que cada una ha sido narrada desde un tono diferente. Mientras que WandaVision se acercaba a las sitcoms clásicas y Falcon and the Winter Soldier retomaba el estilo de thriller visto en Captain America and the Winter Soldier, en Loki la inspiración proviene por completo de la ciencia ficción.
Desde la estética retro futurista que homenajea a Brazil (Terry Gilliam, 1985) y Blade Runner (Ridley Scott, 1982) o los conceptos de la serie británica de culto Dr. Who y la música compuesta por Natalie Holt (gran referencia a la Cabalgata de las Valquirias en uno de los temas) hacen de la serie más reciente de Marvel uno de sus títulos más interesantes y disfrutables.
Es hora del multiverso
Si durante los últimos 13 años para muchos llegó a ser complicado seguir el paso a la historia propuesta, la nueva etapa de Marvel pinta para ser todavía más desquiciada. Y sí, al tratarse de una apuesta mayor, las probabilidades de salir mal son igual de grandes.
Y como si se tratara de algo cíclico, si Loki nos presentó el inició de la llamada Saga del Infinito quien mejor que un Loki para darnos la bienvenida al multiverso.