Después de un tiempo de ir al cine, es común recurrir a éste casi como una necesidad. Recluirse en una sala con el propósito de que se nos cuente una historia deja de ser un acto de escapismo para convertirse en una oportunidad de expansión de la realidad. Fernanda Solórzano, en su libro Misterios de la sala oscura, ensaya sobre los hilos que zurcen al cine con las historias que le preceden y con la sociedad a la que influye.
Un libro, ocho grandes películas
La naranja mecánica, El último tango en París, El padrino, El exorcista, Tiburón, Taxi Driver, Forrest Gump y Matrix son los pilares sobre los que Fernanda Solórzano edifica Misterios de la sala oscura. Este libro se convirtió en una referencia inmediata en la discusión sobre el cine y su relación con el entorno social dada la agudeza en su mirada para delimitar sus objetos de reflexión y la cadencia de su prosa.
Los ensayos de Fernanda Solórzano ofrecen al lector una inmersión al territorio de la hechura de filmes que se convirtieron en hitos de la cinematografía. En ellos la autora analiza la recepción y el impacto de estas películas en los espacios en los que los espectadores conviven al abandonar una sala de cine.
Hay historias que no se conforman con habitar la pantalla, sino que prefieren hacerse un espacio en nuestra mente para fungir como catalizadores de acontecimientos del mundo real, tanto en planos individuales como sociales. Sobre estas ideas descansan los ocho ensayos que dan forma a Misterios de la sala oscura.
Revoluciones fílmicas y sociales
En La erótica feminista (El último tango en París) y Las máscaras de la violencia (La naranja mecánica) Fernanda Solórzano estudia los debates generados como consecuencia de la exposición en pantalla de temas entonces estridentes. Por un lado la exploración sexual desenfrenada de un personaje femenino. Por el otro, la satisfacción del ejercicio de la violencia por parte de un grupo de jóvenes que se deleitan con sus presas.
Otro par de ensayos de la autora discurren sobre la relevancia que supusieron para la industria cinematográfica Tiburón y El exorcista. En La entronización de la adolescencia se lee cómo Steven Spielberg inauguró el blockbuster al acechar, como su criatura marina, las emociones de los espectadores. En Los resortes del miedo se presenta la importancia que significó en la historia de la joven Regan el despojar el guión de todo subtexto y enfrentar, sin matiz alguno, al bien contra el mal.
Capas y subtextos fílmicos
Con La purificación del poder (El padrino) y En defensa del mediocre (Forrest Gump), Fernanda Solórzano explora las capas que yacen al otro lado de lo aparente en este par de películas. En el primer caso esta búsqueda lleva al lector a algunos acontecimientos y razones detrás de la fascinación por la vida criminal. En el segundo caso la historia de Forrest conecta, gracias a la perspicacia de la autora, con temas como la eugenesia estadounidense y el nazismo alemán en el Siglo XX.
Finalmente, a través de Las transformaciones de cuerpo (Matrix) y El Vengador de la noche (Taxi Driver) el lector se adentra a las razones e implicaciones de un autor con su obra. Por un lado Matrix es vista, entre muchas cosas más, como efecto y causa de las preocupaciones artísticas y personales de las hermanas Wachowski con el tema de la identidad. Por otro lado, Taxi Driver es abordada desde las biografías de sus propios protagonistas y cómo las experiencias de vida del guionista, el director y los actores se unieron en la creación de una de las grandes películas de la historia.
Un libro imprescindible
Genialidad, experiencia y honestidad están presentes a lo largo de Misterios de la sala oscura. Apreciación cinematográfica, biografías, acontecimientos históricos y un acucioso análisis se entrelazan gracias a la habilidad y el bagaje de Fernanda Solórzano. Cada uno de los ensayos está editado de manera en la que los cortes en su estructura se asemejan a los que en una película nos permiten pasar de una escena a otra. Para cada uno de sus textos la autora expone al lector los rudimentos de su hechura.
Para quienes han sucumbido frente al poder del cine y sus historias, Misterios de la sala oscura resulta un libro imprescindible: una invitación a rebasar los límites del celuloide y la pantalla que no se propone resolver los misterios del cine, sino dejarse envolver por éstos.