En una de las escenas de la película, Noelle se ve en la necesidad de usar bloqueador en su rostro para protegerse del sol de Arizona. Ella, hasta entonces, nunca había dejado el Polo Norte, así que sabe poco del mundo. Toma el bloqueador en sus manos y lo lleva confundida a su boca y exclama “Huele como si supiera rico, pero no”. Noelle, la película, cumple con lo que promete, sabe a lo que es: una película navideña de Disney para pasar el rato.
La navidad en riesgo…una vez más
Aunque Noelle estrenó en 2019 en Disney+, su llegada a México se dio en 2020 con la expansión de la plataforma a América Latina. La cinta, protagonizada por Anna Kendrick (Noelle Kringle) y Bill Hader (Nick Kringle), fue en su momento el primer Disney+ Original en live action. Una apuesta poco arriesgada y, quizás por lo mismo, intrascendente en su catálogo, a pesar de contar con la presencia de la multi nominada y ganadora del Oscar, Shirley MacLaine.
La historia de Noelle se sitúa en el Polo Norte, ese lugar desde el que sucede la magia de la Navidad cada año. En este caso, Santa no es una persona, sino un puesto, una responsabilidad que desde hace siglos recae, de manera hereditaria, en los hombres de la familia Kringle. Sin embargo, Santa muere algunos meses antes de navidad y es momento de que Nick se prepare para tomar el lugar de su padre.
A partir de entonces lo que presenta la película es la historia de sucesión de Nick, quien no se encuentra preparado ni siente el deseo por servir como Santa. Ante la presión, Nick toma una decisión que genera preocupación en los habitantes del Polo Norte. Las consecuencias de sus acciones son grandes para el devenir de la próxima Navidad en lo general y para su hermana Noelle en lo particular.
Como se puede anticipar desde el nombre de la cinta y a partir de los clichés de las películas navideñas y de las pocas licencias que se da Disney en la materia, Noelle tendrá la responsabilidad de salvar la Navidad. El viaje que emprende el personaje de Anna Kendrick no sólo la llevará por latitudes distintas a las del Polo Norte, sino a conocer a personas que necesitan esperanza y, también, a encontrarse a sí misma.
Vientos de cambio…y cosas que no cambian
Es fácil suponer el tipo de película a la que el espectador se va a exponer cuando sabe que lo que tiene enfrente es un producto del binomio Navidad y Disney. Y eso es exactamente lo que entrega la película: una historia inocua centrada en el sentimiento de esperanza alrededor de tal fecha. Sin embargo, la cinta escrita y dirigida por Marc Lawrence (Miss Congeniality y Music and Lyrics) se da espacio para algunos posicionamientos sobre feminismo y tradiciones.
Noelle vive en un mundo en el que solamente los hombres ocupan el puesto de Santa. Su hermano a pesar de ser menos apto para el puesto que ella, está destinado a ponerse las botas, el gorro y el abrigo rojo para llevar juguetes a los niños del mundo. La manera en la que las cosas se han hecho por generaciones, dejan a Noelle al margen de una actividad que ama, pues a ella solo le corresponde la marginal tarea de hacer tarjetas navideñas.
Aunado a estos posicionamientos, la película se da un mayor espacio para el humor y muchas de las bromas caen bien a un público familiar. El peso de la película recae en el carisma de Anna Kendrick, quien mantiene a flote una historia en la que la elección de otra protagonista pudiera haber tenido consecuencias devastadoras para la misma. A ella es fácil creerle y sonreírle.
Época para ser cursis
De manera que, Noelle, de Disney+, cumple con la promesa de entregar una película de Navidad para ver con la familia en estas fechas. La historia entretiene a su público, cuenta con momentos divertidos y escenas emotivas que, aunque parecen que ya las hemos visto en otras películas, en Navidad somos más permisivos con los clichés y la cursilería. Al final, ¿no hacemos lo mismo nosotros cada año?