La vida alrededor de la pólvora en la que se ve inmersa Tultepec y su gente sirvió al alemán Viktor Jakovleski como motivo para su debut como director en Pólvora y Gloria. En este documental se presenta a un pueblo que convive, día a día, con la tradición y el peligro alrededor de una actividad que los define en términos económicos, sociales y culturales: la pirotecnia.
El pueblo de la pólvora
Más allá de su indispensable rol en el progreso del ser humano, en el fuego conviven la seducción y la destrucción. De esta dualidad que fascina y hiere por igual se visten los fuegos artificiales. En México existe un pueblo para el que la pirotecnia es su motor económico, social y cultural: Tultepec. En este lugar la gente nace rodeada de pólvora y, en ocasiones, muere abrasada por ésta.
La cámara de Pólvora y Gloria captura la magia con la que la oscuridad de la noche en Tultepec se rasga y tiñe de ámbar al calor de la pirotecnia. Viktor Jakovleski, el director de este documental sobre los tultepequenses y su feria de la pirotecnia, entrega postales en movimiento que resultan casi hipnóticas para el espectador. Además, captura las emociones y el riesgo alrededor de esta tradición.
El documental se divide en tres momentos. Primero ofrece una contextualización sobre Tultepec, su gente y las actividades relacionadas con el trabajo con la pólvora. Posteriormente se asoma a las festividades dedicadas a San Juan de Dios -patrono del lugar- y su concurso de castillos pirotécnicos. Finalmente, recorre las calles de Tultepec acompañando a la tradicional quema de toros, una de las actividades favoritas de los asistentes, pero también una de alto riesgo de sufrir quemaduras.
Donde hay pólvora hay riesgo
Desafortunadamente cuando Tultepec es noticia en los medios nacionales de comunicación es por la tragedia. Frecuentemente se sabe de muertos y heridos relacionados con la fabricación de pirotecnia. Y si bien es verdad que donde hay pólvora hay riesgo, los tultepequenses aprendieron a convivir con éste. Los niños nacen en hogares dedicados a la pirotecnia y desde pequeños conviven con la actividad que muy probablemente les brindará sustento como adultos.
Pólvora y Gloria presenta las implicaciones económicas, sociales y culturales asociadas con la pirotecnia en Tultepec. No hay profesionales de la química, sino artesanos de la pólvora. No se trata sólo de un oficio, sino de un estilo de vida. No hay medidas de seguridad sofisticadas, pero hay confianza en San Juan de Dios quien rescató enfermos de un hospital en llamas y salió ileso. Se nota un esfuerzo de Jakovleski por mostrar todo ello sin emitir juicio, intentando trasladar dicha acción al otro lado de la pantalla.
La belleza en el caos
En su debut como director, Viktor Jakovleski logra trasladar al espectador a Tultepec y que éste comparta la agitación de estar al interior de las festividades en torno a la pirotecnia. Lo mismo preocupa la aproximación de una tormenta que puede acabar con los castillos, que tensa el presenciar los proyectiles que salen disparados en la quema de toros. El caos es embellecido por una lente que parece más experimentada de lo que el currículo señala.
Año tras año las víctimas con quemaduras en esta fiesta de pólvora se cuentan por decenas. También año tras año la espectacularidad en la quema de toros atrae a las personas a danzar entre las chispas, el calor y el humo. Esta disonancia, la atracción al peligro, explica la necesidad de Viktor Jakovleski por documentar a Tultepec y su gente, con lo cual entrega una obra que transmite visualmente la seducción a la que el director sucumbió. El fuego lo hizo de nuevo, la gloria es suya.
