El más reciente lanzamiento de Amazon Prime, Súbete a mi Moto cuenta la historia del grupo Menudo, una de las primeras boy bands que vieron la luz y probablemente una de las más exitosas de Latinoamérica y que sin duda se podría decir que es precursora de una fórmula que se ha ido renovando hasta la actualidad.
Siguiendo fórmulas ya probadas, Amazon se suma a la tendencia de las bioseries donde se nos muestra la vida tras la fama, en este caso desde la visión del representante y creador del grupo, Edgardo Díaz.
Es a través de su voz y recuerdos que somos testigos del ascenso del grupo: un puñado de niños que llenaba estadios, eran acosados por sus fans, generaban polémica por sus atuendos y bailes, y la caducidad preprogramada de todos ellos, que eran desechados del grupo una vez que llegaban a la adolescencia, les cambiaba la voz o les salía bigote.
La serie sobre el mánager de Menudo
Más que una serie sobre Menudo se trata de una serie sobre el representante y creador del grupo, Edgardo Díaz, ya que la trama no ahonda en los integrantes del grupo, toda vez que resulta inútil por su carácter desechable.
Uno de los pocos integrantes del grupo que cobra cierto protagonismo desde un inicio es Ricky Martin, el único de los muchos niños que pasaron por la banda en lograr trascender en el mundo del espectáculo hasta convertirse en un auténtico fenómeno por sí mismo.
Subtramas innecesarias
Como parte de una subtrama se muestra la historia de una fan, Renata, donde se nos muestra el punto de vista de las fans de Menudo de esa época y un intento por meter un poco de suspenso en la serie, ya que este personaje tiene un secreto que oculta a su hija, quien es la que entrevista al personaje de Edgardo Díaz en la actualidad.
Esta apuesta sin duda tiene sus fallas, muestra que aún Amazon no logra atinarles a los contenidos para el mercado latino.
Jugando a la nostalgia
Aunque la serie he generado polémica entre algunos de los ex integrantes del grupo -que no están contentos con cómo los retrata la serie-, no ha sido suficiente para que la serie llame la atención del público y se convierta en tendencia que genere interés en las nuevas generaciones.
La esperanza del éxito queda en manos de la nostalgia de aquellas personas que crecieron amando a este grupo y conocen sus canciones. Aunque desde mi punto de vista, abusaron del uso de las mismas -como Claridad que suena en cada episodio- y aunque mi mamá no le molestó, para mí mató cualquier posibilidad de revisar los éxitos de esta banda, efecto que se espera con este tipo de series.