Tales From The Loop: una apuesta por la ciencia ficción

Tales From The Loop

Amazon Prime acaba de estrenar Tales From The Loop, una producción original de ciencia ficción inspirada en las obras del pintor retrofuturista Simon Stalenhag. La serie interna al espectador en una comunidad rural de Ohio cuyas relaciones están tocadas por los avances tecnológicos originados en el Loop, un centro de investigación construido debajo del pueblo.

 

¿Qué es Tales From The Loop?

Cuando las cosas no son como uno espera, aparece la tentación del descrédito. Es necesario, entonces, dar unos pasos hacia atrás para ganar perspectiva. Por ello es conveniente aproximarse a Tales From The Loop advertidos sobre lo que no es.

Tales From The Loop no se monta sobre la ola de la ciencia ficción vertiginosa, estruendosa y explosiva. No es una serie interesada en presentar tecnología estridente ni se preocupa por explicar los avances científicos vistos en pantalla. Tampoco es una serie que se interesa en responder las dudas que sabe que surgirán en sus potenciales espectadores alrededor de los elementos de ficción.

En esta historia la ciencia ficción toma un camino distinto al que la industria ha labrado cuidadosamente en los últimos años, pero retoma las preocupaciones originarias del género. En un ritmo pausado y con una estética visual encantadora, la serie utiliza sutilmente los elementos de la ciencia ficción para asomarse a algunas de las preocupaciones que residen en el núcleo del ser humano.

Tales From The Loop

Mercer, el Loop y los Willard

Las historias de la serie tienen lugar en Mercer, una ficticia población rural en Ohio, y se encuentran conectadas al Loop, como los locales se refieren a las instalaciones subterráneas del Centro Mercer de Física Experimental. Aunque podría señalarse a la familia Willard como el hilo conector entre las historias presentadas, el verdadero protagonista es la relación dialéctica entre la gente de Mercer y el Loop.

En lo que respecta a la ubicación temporal de la serie, ésta es intencionalmente poco clara, no obstante se arrojan algunas pistas visuales que orientan al espectador. Con el correr de los capítulos, al espectador comienza a quedarle claro que la desorientación temporal es clave para descubrir y disfrutar de algunos de sus misterios. El término anglosajón Loop (bucle), relacionado con el concepto de repetición, no es fortuito.

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La familia Willard ( Rebecca Hall es Loretta, Paul Schneider es George y Jonathan Pryce es Russ) ocupa posiciones importantes en el organigrama de este centro de investigación que tiene como propósito develar las incógnitas del universo. Pronto el espectador comienza a ser testigo de acontecimientos, como efectos de lo que sucede en el Loop, que impactan la vida de esta familia.

Sin embargo, los Willard no son los únicos afectados por los acontecimientos relacionados con el Loop, ya que como el mismo Russ advierte apenas inicia la serie: todos en el pueblo están conectados, de una u otra forma, con el Loop. Por esta razón, en un formato que se parece mucho al de una antología, el espectador es testigo de las historias de personajes aparentemente secundarios, a la par de la historia de los Willard.

La ciencia ficción y el ser humano

La serie es un interesante, refrescante y arriesgado tratado sobre la soledad y el duelo. Si se desea ir más lejos, es un ensayo sobre la pérdida de la inocencia. Tales From The Loop pone la ciencia ficción al servicio de una historia en la que sus personajes son confrontados a situaciones dolorosas que les obligan a cambiar la percepción de su entorno y su persona. 

Para los personajes de esta trama, la tecnología con la que conviven, si bien es distinta a la nuestra, no les es disonante. Las enormes torres, los restos de robots y las estructuras metálicas sobre los graneros son tratadas con la naturalidad con la que nosotros vemos las torres de telecomunicaciones o los satélites. Con ello el espectador difumina la frontera de la ficción frente a los ojos y la realidad a su alrededor.

Por otro lado, cuando la serie muestra los elementos más claros de ciencia ficción como los saltos temporales, la suspensión del tiempo, los cambios de cuerpo o las realidades alternas, lo hace siempre de manera sutil y con elementos más cercanos a la chatarra que a una máquina deslumbrante.

Estos movimientos discretos no solo empatan con el ritmo lento de la serie y con la propuesta visual de la misma, sino que son prueba de que no sólo de chispas, láseres o estruendos vive la ciencia ficción. Sin embargo, lo mismos factores que distinguen a Tales From The Loop pueden dificultarle encontrar su público, orillándola a la orfandad.

Una propuesta arriesgada de Amazon

“A la gente no le gustan las cosas que son diferentes”, se le escucha decir a un personaje de la serie al referirse a su propia creación. Esa podría ser también una sentencia de los creadores de la serie sobre su producto.

Tales From The Loop es una apuesta arriesgada en los tiempos en los que The Irishman resulta demasiado larga para verse en una sesión y la ciencia ficción tiende a la explosividad. Sin embargo, la serie como producto es fiel a su historia: sin innovación no hay desarrollo.


Acerca de Raúl Orozco 90 Articles
Politólogo y maestro en políticas públicas, entusiasta de los deportes y el cine. Gozo ser testigo de la capacidad creativa de quienes se dedican a contarnos historias, así como conversar y escribir sobre ello.