A finales de los años sesenta, The Beatles, una de las bandas más populares de la época, enfrentaba serias diferencias.
Qué mejor prueba del estado tan caótico en que se encontraban las cosas que lo expuesto en el documental de 1970 Let it be dirigido por Michael Lindsay-Hogg, en el que se mostraba los problemas al interior del grupo: lo mandón que podía ser Paul McCartney como líder, lo menospreciado que se sentía George Harrison, lo dependiente que John Lennon se había vuelto de Yoko Ono; todo bajo la mirada melancólica de Ringo Starr. Era pues, la película que retrataba el final de una era.
Esa fue la historia que por mucho tiempo millones de fanáticos de The Beatles alrededor del mundo dieron por cierta, y que hoy da un giro inesperado gracias al documental Get Back dirigido por Peter Jackson, el cual se encuentra ya disponible en Disney Plus.
El lado b de la historia
Utilizando como materia prima las más de 60 horas (la gran mayoría inéditas) que se filmaron en 1969 durante la producción de lo que al final se convertiría en el álbum Let it Be, Jackson ofrece una versión alternativa de la aquella historia en la que encontramos muchos más matices que ponen en evidencia que el final de The Beatles fue una situación algo más complicada de lo que se nos había contado.
A lo largo de las casi ocho horas de duración, somos testigos de cuál era la relación entre Paul, John, George y Ringo (a quien entre ellos siempre llamaban Richie). Los jugueteos mientras ensayaban, la forma en que se dejaban llevar por la música mientras tocaban covers de artistas que admiraban, la disposición con la que se aconsejaban entre sí para componer sus canciones; todo eso demostraba el enorme cariño que había y de lo duro que era aceptar que las cosas no estaban bien.
Si bien Get Back no desmiente los problemas, ahora sabemos que a la versión narrada en Let it be le faltaba (mucho) contexto.
Yoko no era tan mala
Con este documental, Peter Jackson no sólo completa anécdotas que los fanáticos conocían por fragmentos, también ayuda a desmitificar uno de los grandes mitos alrededor de The Beatles: la participación de Yoko Ono en la desintegración de la agrupación.
Considerada como una de las más grandes villanas de la cultura pop, Yoko Ono ha cargado por años con el odio de los fanáticos y después de ver Get Back parece que todo ese desprecio ha sido infundado.
Si bien es cierto que su presencia en los ensayos y las sesiones de grabación resulta sofocante para nosotros como espectadores (en más de una ocasión uno desearía que se pusiera a hacer algo de mayor provecho), la realidad es que la banda comprendía lo importante que era para Lennon que ella le acompañara. Así que tal vez sea momento de hacer las paces con esa parte de la historia.
Genios trabajando
Para quienes no sean fanáticos de The Beatles, la existencia de este documental podría resultar un tanto incomprensible. ¿Por qué alguien estaría interesado en ver a un grupo ensayando durante tantas horas? Bueno, justo por esa razón.
Descubrir como Paul practica los primeros acordes de lo que se convertirá en la canción que da título al documental hace mucho más especial el momento en que llega el famoso concierto de la azotea y la tocan ante un público que no está muy seguro de lo que ocurre.
Existe el mito de que el arte depende de una musa, ese ente cuasi divino que sólo ilumina a unos pocos. No obstante, al ver como esos cuatro jóvenes (en ese momento ninguno llegaba a los 30 años) trabajaban hasta quedar satisfechos con sus canciones resulta muy inspirador.
Para alguien como yo que creció escuchando la música de The Beatles (amaba Octopus’s Garden cuando era niña, bueno, aún lo hago), descubrir lo frustrado que podía sentirse cualquiera de sus integrantes al no dar con la palabra o la nota perfecta hace que los genios se sientan mucho más humanos.
Después de Get Back la música de The Beatles no será la misma, ahora tendrá un sonido mucho más especial.
