The Black Phone: El horror como refugio

The Black Phone, del director Scott Derrickson (The Exorcism of Emily Rose, Sinister y Doctor Strange), finalmente llega a las salas de cine del país. La presencia de la película tanto en medios digitales como en la calle generó expectativas entre el público del cine de horror pero, ¿está The Black Phone a la altura de las mismas?

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Esta vez es personal

Para Scott Derrickson, The Black Phone resulta su película más personal. Esta historia acerca de un asesino serial de niños se desarrolla en el Denver de 1978. El director y también guionista vivió su infancia y adolescencia temprana en esta ciudad durante la década de 1970. 

Cuando se observan las estadísticas acerca de violencia y criminalidad en Estados Unidos, Denver se encuentra históricamente en posiciones preocupantes, pero sus puntos más altos se encontraron precisamente en los años de The Black Phone. De manera que más allá de los elementos sobrenaturales en la trama, hay trozos de memoria del propio director en su más reciente trabajo.

The Black Phone nos presenta a Finney Shaw (Mason Thames), un niño de 13 años que vive bajo el asedio de los matones de su escuela y que sufre violencia por parte de su padre, quien es alcohólico. En su comunidad existe preocupación por una serie de desapariciones de niños y Finney se convierte en el sexto niño raptado por un personaje a quien conocemos como The Grabber (Ethan Hawke).

Black Phone estrena El teléfono negro

Los místico y lo terrenal en el horror

Para los seguidores de la filmografía de Scott Derrickson no resulta desconocida su afinidad por lo que él mismo denomina lo místico. En The Black Phone este elemento se encuentra presente.  A diferencia de cintas como The Exorcism of Emily Rose o Sinister, en la que el mal se manifiesta de manera sobrenatural, en The Black Phone el mal es terrenal: un hombre enmascarado que vestido de mago secuestra niños en una van para asesinarlos.

Lo místico en esta cinta llega a través del elemento que le da nombre a la misma: un teléfono negro. En el sótano en el que Finney se encuentra secuestrado no hay más que un colchón sucio y un teléfono negro enclavado a la pared. El teléfono, desde luego, no funciona. Sin embargo, cuando el asesino se encuentra ausente, Finney escucha sonar el aparato. De manera tal que el elemento místico de Derrickson hace su aparición, pero con un propósito distinto al de sus trabajos previos.

A partir de entonces, la historia se torna una carrera contra el tiempo. Finney tiene que encontrar la manera de escapar antes de sufrir daño por parte de su captor. Es en este entorno aislado y de tensión en el que tanto Mason Thames como Ethan Hawke, principalmente el segundo, brindan al espectador momentos de absoluta incomodidad y terror.

Finney en The Black Phone

¿Equilibrar la tensión?

Tanto el tema que aborda la película como la construcción del propio trailer han llevado a los interesados en la misma a pensar en ella como una cinta en la que priva el desconcierto, la tensión y el horror. Y, en efecto, lo es desde que la trama se centra en el secuestro y asesinatos de niños por parte de un personaje despreciable. 

A pesar de ello, Scott Derrickson le otorga momentos de respiro a sus espectadores a través del encanto y de algunas líneas de su elenco infantil. Tanto la hermana de Finney, Gwen (Madeleine McGraw), como su amigo Robin (Miguel Cazares), aligeran la atmósfera. Pero esto actúa como un arma de doble filo, pues una parte del público podría considerar que rompe con sus expectativas sobre la oscuridad de la película. 

Conviene entonces tener presente que The Black Phone está basada en un cuento corto de Joe Hill, hijo de Stephen King, quien aunque niega su apellido, parece no distanciarse mucho de las obsesiones de su padre. De manera tal que habrá quien pueda encontrar algunos elementos de It en esta película, bien sea de las páginas del libro o de las adaptaciones a la pantalla. Aunque con una perspectiva distinta a It, The Black Phone termina por ser la historia de un grupo de niños que se tienen a sí mismos para vencer la adversidad.

Ethan Hawke

Un regreso a las obsesiones

La nueva película de Scott Derrickson termina por ser un regreso prometedor y experimentado a sus obsesiones, por disímbolos que parezcan estos conceptos. Luego del éxito en taquilla que significó Doctor Strange y de abandonar Doctor Strange in the Multiverse of Madness por diferencias creativas, el director y guionista encontró refugio en una historia en la que tuvo la oportunidad de incrustar piezas de su infancia.

A pesar de un par de licencias en el guión que la película se da para hacer avanzar en la trama, la fotografía de Brett Jutckwicz, el diseño de producción y el oficio de un actor experimentado como Ethan Hawke, logran que el público se vea atrapado en la atmósfera en la que su director lo desea. La violencia y el terror toman distintas formas en la filmografía de Scott Derrickson y The Black Phone es una interesante exploración de estos temas. En este caso el horror resultó, además, una forma de refugio.

 


Acerca de Raúl Orozco 90 Articles
Politólogo y maestro en políticas públicas, entusiasta de los deportes y el cine. Gozo ser testigo de la capacidad creativa de quienes se dedican a contarnos historias, así como conversar y escribir sobre ello.