En 2017, la plataforma Netflix estrenó The toys that made us, una serie documental sobre el origen de varias líneas de juguetes que se convirtieron en referentes culturales para distintas generaciones de niños (y adultos). Su éxito ha sido tal que ya van en su tercera temporada (disponible desde hace un par de semanas) y han publicado su primer spin-off, está vez enfocado al cine.
The movies that made us desentraña el proceso de producción y las complicaciones alrededor de cuatro películas de bajo presupuesto, por las que muchos no apostaban nada y que a la larga se convirtieron en favoritas del público.
En el primer episodio nos habla de Dirty Dancing, una cinta que nadie quería hacer y que enfrentó diferentes tensiones entre sus actores protagónicos, mientras que el segundo nos presenta la odisea que significó filmar Mi Pobre Angelito.
En el tercer capítulo vemos como un grupo de comediantes hizo realidad una locura del tamaño de Ghostbusters. Y, en el último, descubrimos cómo fue que el actor de una comedia romántica se convirtió en una estrella del cine de acción gracias a Die Hard.
Mucho más que un detrás de cámaras
Si bien algunas de las historias alrededor de estas producciones pueden no ser tan desconocidas, The movies that made us ofrece una mirada muy divertida sobre lo titánico que puede llegar a ser el proceso de llevar una película a la pantalla grande gracias a las anécdotas de quienes formaron parte de los equipos de producción.
Con una edición dinámica y mucho humor, la serie muestra el trabajo de muchos de los involucrados (desde guionistas, hasta stunts), dando una mirada más intima y divertida sobre todas estas películas de culto.
A diferencia de lo que ocurre en el material extra de un DVD o Blu-ray, en esta serie no todos los involucrados se llevan bien. Algunas veces, incluso, se habla de engaños o trucos que la producción se vio obligada a utilizar para terminar su trabajo.
The movies that made us, al igual que su hermana de juguetes, usa la nostalgia de diferentes generaciones de espectadores para decirnos que lo que vemos cuando vamos al cine, es apenas una pequeña parte de una historia mucho más grande.