Wonder Woman 1984 es la más reciente película del universo de DC Comics que llega a la pantalla grande… o bueno al menos en México, ya que para lugares como los Estados Unidos, el filme dirigido por Patty Jenkins se estrenará, el mismo día, en salas así como en HBO Max.
Estrenar en salas cuando gran parte del país está en semáforo rojo por COVID-19 (aunque López Obrador insista en volverse daltónico) no parece ser el mejor escenario como para convocar a la gente a ir al cine. Y por otro lado, estrenar al mismo tiempo en plataformas de streaming pone en entredicho el futuro de las salas de cine así como la recaudación de la película.
Ochentera por decreto
Con ese sombrío panorama, y de un éxito taquillero (Mujer Maravilla, 2017) que ya se siente lejano, Patty Jenkins retoma la historia de este emblemático personaje de la cultura pop y lo sitúa en el año de 1984… y desde ahí inician los problemas. Francamente no hay ningún motivo evidente por el cual la película suceda en ese momento de la historia, por lo que la idea de incluso agregarlo al título de la película es un tanto bizarro.
En esta ocasión, Diana Prince se enfrenta a un excéntrico villano, Maxwell Lord, el cual ha robado una poderosa reliquia del museo donde ella trabaja. La historia base es muy sencilla, pero dentro de la trama existen otras tangentes interesantes que valen la pena discutir, y es donde el valor de la película podría radicar.
El trabajo de Patty Jenkins es un tanto turbulento por un par de situaciones. En primera instancia, el filme carece de escenas de acción memorables salvo la que se encuentra al inicio. Podemos ver una secuencia a manera de flashback, emocionante y con una moraleja sobre el trabajo arduo y la honestidad. De ahí, cuando la película regresa al curioso 1984, son pocas las escenas de acción y ninguna merece el título de memorable. Esto le resta puntos a un filme con estas credenciales, en un género donde este tipo de escenas son primordiales. Los efectos especiales tampoco son extraordinarios e incluso se notan las costuras en muchos de ellos.
Pero, si la carne no se echó al asador de los efectos especiales y las escenas de acción, ¿dónde es que Jenkins pensaba cocinar sus cortes premium?
Acción y feminismo
La directora se arriesga a construir un guión donde el tema del feminismo resuena indiscutiblemente. Durante la película podemos ver a personajes como Barbara (Kristen Wiig, quien desafortunadamente es trazada como un personaje plot convenient), siendo acosada por hombres o ninguneada por otros, y también vemos a Wonder Woman 1984 como una mujer que tiene que tiene que elegir entre su felicidad y resolver temas de índole mundial.
Aunque la manera en que los toques feministas son planteados en la cinta, merece reconocimiento el hecho de que Patty Jenkins decida alejarse de la fórmula ya tan masticada por otras compañeras del género. No se percibe ese feminismo de cuota que se nota quizás en Avengers: Endgame o Capitana Marvel, pero definitivamente aún no se llega a donde deberíamos estar.
En cuanto a los personajes secundarios, el villano protagonizado por Pedro Pascal lo hace bien a secas. Es un personaje con ideas muy parecidas a políticos de la actualidad, pero el trazo del personaje no es lo suficientemente eficaz como para realizar una verdadera comparación. Es un villano, como la mayoría, enfermo de poder y que espejea escasamente a alguien en la vida real. Además, como se había ya mencionado, Kristen Wiig es terriblemente desaprovechada y su personaje, de eliminarse, no afectaría la trama.
Falta mucho por hacer
Al final de cuentas, no está claro en qué parte del asador es que la directora quiere echar la carne y termina quedándose en el camino en cuanto a los temas que pretende abordar. Un filme de casi dos horas y media de duración y con pocas escenas memorables de acción, termina aferrándose de lo que sí hace diferente: aborda el tema del feminismo con un par de tropiezos, pero admirablemente intenta alejar al filme de los clichés o las fórmulas ya conocidas.
Wonder Woman 1984 queda como una película con grandes ambiciones que se frena a sí misma, la cual enfrenta problemas dentro de la pantalla grande como fuera de ella al ser estrenada en medio de una pandemia mundial.